¿Qué difícil es escribir contenido que en realidad enganche, verdad?
Incluso nosotros, los que nos dedicamos al mundo del marketing de contenidos, muchas veces estamos súper seguros de que lo que escribimos lo va a petar y, al final, no pasa nada.
Y, aunque es verdad que no podemos controlar lo que piensa la gente sobre las cosas que escribimos ni hay una ciencia exacta sobre el cómo tener buenas ideas, sí que podemos poner en práctica algunos consejos que nos ayudarán a agregarle unas buenas dosis de chispa a nuestros textos para que atraigan más lectores y conecten con ellos.
Porque, aunque lo que dices es muy importante, la manera en lo que lo dices aún más.
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O cautivas o aburres
En otros episodios ya he hablado sobre la importancia del título y la introducción, y en el contenido como en la vida, muchas veces la primera impresión es la única que cuenta.
O cuántas veces hemos perdido la oportunidad de conocer a alguien porque no nos llamó la atención y no le damos ni siquiera el beneficio de la duda.
Eso mismo ocurre con los lectores.
Y nada mata más la atención de tus lectores que encontrar tu texto básico, repetitivo o aburrido.
Si no despiertas curiosidad por la lectura tienes esta batalla perdida.
Pero, Luisa, esa teoría ya me la sé. Cuéntame qué puedo hacer para evitarlo.
Primero usa el Social Listening para saber de qué se está hablando en tu sector. Revisa qué mensajes suele enviar tu competencia para entender qué tipo de contenido recibe tu audiencia, y después piensa cómo podrás hablar de esos mismos temas (si son realmente relevantes) y aportar tu visión.
Adoptar un enfoque diferente al resto te va a ayudar a destacar entre tanta competencia. ¡No seas predecible! Sorprende.
No distraigas, sé claro: no es lo que dices, es cómo lo dices
Cómo nos gusta adornar las palabras para que se vean más bonitas, lo que olvidamos es que la gente quiere leer cosas concretas y que vayan directo al grano. Todo lo que escribimos tiene que ser la respuesta a la pregunta que se hacen nuestros lectores: ¿por qué me debería importar a mí?
Una de las reglas fundamentales del marketing de contenidos es crear mensajes claros y sencillos.
¡No queremos que confunda y que nuestro lector termine de leer sin haber entendido nuestro mensaje final o, lo que es peor, sin entender cuál era el llamado a la acción.
¿Qué puedes hacer?
Definir el objetivo de tu post antes de empezar a escribir. Solo uno y desarrollarlo a lo largo del texto. Contexto (situación actual de tus clientes para que se sientan identificados), climax (por qué deberían solucionar ese problema) y final (cómo hacerlo + la conclusión)
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No trates de ser otro que no eres tú porque se nota
Tendemos a seguir “técnicas infalibles” y copiar el tipo de contenido que “funciona” para tener los mismos resultados, pero olvidamos que no todas las comunidades reaccionan de la misma forma y que hay algo que no se puede copiar y es la autenticidad.
Si te fijas, la mayoría de personas que triunfan con su contenido son marcas auténticas que dicen su verdad en voz alta y que no les da miedo mostrar, o que lo hacen aunque les de miedo.
Pero ojo aquí. Ser tú no se trata de contar tu vida abiertamente en tu blog o redes sociales, a menos que quieras, claro; sino de hablar de contenido, que aunque sea personal, sea relevante para tu público objetivo y retrate sus valores y la filosofía de tu marca.
Crear contenigo relevante es importante, lo que no se siente como propio no es relevante, lo que no es relevante no inspira y si no inspira nadie pasa a la acción.
Siempre que escribas piensa:
¿Cómo ve el mundo tu audiencia?
¿Cuáles son sus creencias?
¿Qué parte de mis historias les podría mostrar que los entiendo y que sé lo que sienten?
Ahora que lo sabes, cuéntalo con tu propia voz de marca.
¿Te gustaron estos 3 tips? ¿Estás listo para aplicarlos?
Recuerda, no es lo que dices, es cómo lo haces.
Lu